miércoles, 10 de agosto de 2011

SALVADOR CABAÑAS RECIBE GRAN HOMENAJE

La fiesta fue total en el Azteca, América y la Selección Paraguaya se plegaron para que Salvador Cabañas los disfrute y el público desde las gradas se emocione al ver al ídolo al que tantas veces ovacionaron en ese mismo estadio, hasta que llegó esa desgraciada madrugada del 25 de enero de 2010.

"Esto es muy lindo para mí y para toda mi familia. Agradezco a los americanistas todo el cariño que me dieron en las buenas y en las malas", dijo Cabañas en entrevista para la televisión al abandonar luego el mítico estadio Azteca.

Así se daba punto final a una verdadera fiesta para rendir el merecido tributo a un grande, como lo fue en su etapa de futbolista, Salvador Cabañas.

La pregunta seguirá latente, hasta dónde pudo haber llegado el otro rey de América y romperredes implacable.

VOLVIÓ. Un día antes pisó de nuevo la que fuera su casa, la que lo tuvo como hijo mimado y privilegiado... en silencio observó el coloso, momento en el que seguro le volvieron recuerdos de jornadas épicas, con él como protagonista.

Y ayer, él fue el centro de la fiesta, con el homenaje que arrancó varias horas antes y que tuvo como epílogo el encuentro entre las dos casacas más gloriosas que vistió. La de las Águilas y la de su Albirroja querida.

EL JUGADOR. El partido comenzó y en los primeros momentos, los americanistas tocaron la pelota con Cabañas, quien solo intentó un remate al arco. Fue un disparo con el botín derecho desde fuera del área que se fue encima de la portería defendida por el arquero Joel Silva, al minuto 9.

De inmediato, Cabañas salió del campo y fue sustituido por Juan Carlos Medina para luego ir a la banca americanista donde se pasó el resto del primer tiempo bromeando con el argentino Daniel Montenegro.

LA VUELTA. En el entretiempo, el ídolo paraguayo dio una vuelta alrededor de la cancha para saludar a los aficionados reunidos en el estadio Azteca.

En la segunda mitad, Cabañas reapareció en la cancha, ahora con la camiseta paraguaya, para jugar otros 10 minutos. Como en el primer tiempo, Chava sacó un disparo de media distancia que se fue arriba del arco del guardameta Hugo González.

Inmediatamente después, a los 56′, salió cambiado por Robin Ramírez.

Se lo vio contento, feliz, como reviviendo al ver tanta aclamación. Su futuro futbolístico es incierto, y solo el tiempo tiene la respuesta.

Vistió ambas casacas en los primeros minutos de cada tiempo de juego.

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